Día #0: Llegada a Nápoles

Nos hemos levantado a las 4:30 de la mañana para empezar las vacaciones… hay que estar locos!!!

Tras una escala en Múnich con tiempo para un cafecito, hemos aterrizado en Nápoles pasado el mediodía.

Mucha gente en todos los sitios: aeropuerto, metro, calles… El apartamento, junto a Vía Toledo y Piazza Dante, lo hemos localizado sin problemas y desde su terraza, tenemos unas vistas de barrios que vamos a estar pateando estos días.

Hoy toca, como todos los primeros días, ubicarse en la ciudad. Una visita rápida al supermercado para comprar unos básicos…

…y un paseo por el cercano y pintoresco Mercado de Pignaseca, donde hemos probado un cuoppo misto di pesce (cono mixto de fritura de pescado), en medio del caos y el desorden que imperaba en la zona.

Hoy no teníamos pensado hacer nada en particular, más allá de callejear y empezar a saborear (con todo el significado de la palabra) esta ciudad. Y por ello nos hemos dirigido con mucha calma a recorrer el centro histórico, conocido como Spaccanapoli. Esta zona, con su trazado perfectamente rectilíneo divide el centro antiguo de la ciudad en norte y sur. Razón por la cual su nombre es apropiado, pues literalmente quiere decir ‘separador de Nápoles’.

Las imágenes preconcebidas que podamos tener de esta ciudad las encontraremos aquí. Ropa tendida en las ventanas, señoras y señores que gritan (aunque no todos, tampoco exageremos), un ambiente callejero lleno de una vida absolutamente contagiosa, pequeñas tienditas, scooters arriba y abajo a toda velocidad, coches aparcados de cualquier manera, música callejera… y muuuucho ambiente. 

Para llegar aquí nos hemos acercado a Piazza Dante y atravesado Port D’Alba, una de las primeras puertas que atravesaban las murallas, hoy repletas de librerías de viejo y artesanos de laúdes y otros instrumentos musicales.

Spaccanapoli está dividida en tres tramos, de los cuales solo hemos recorrido dos. El primer tramo que empieza en la Piazza del Gesù Nuovo y sigue por la Via Benedetto Croce. Aquí, hemos entrado a ver la impresionante iglesia que da nombre a la plaza (y eso que era ya de noche. Volveremos seguro a verla con más luz). 

Y el segundo que pasa por la Piazza San Domenico Maggiore y recorre la Via San Biagio dei Librai.

Aquí nos hemos desviado por la Vía Gregorio Armeno, una de las calles más sorprendentes que ver en Nápoles ya que en ella se ubican tiendas de artesanía en la que se venden y exponen en cualquier época del año figuras del belén… 

…ademas de muchas otras inspiradas en cantantes, bailarines, futbolistas, políticos o personajes de la farándula.

De vuelta por Vía Tribunali, el hogar de algunas de las pizzerías más famosas y reconocidas de Nápoles, pero también plagada de pescaderías, fruterías, mercerías y trattories a la antigua usanza. Ya sabéis que Nápoles es conocida mundialmente por su pizza, y hemos empezado poniendo el listón muy alto, con la margarita y la marinara que hemos probado en el mítico Gino e Toto Sorbillo (eso sí, tras hacer la correspondiente cola en la calle). Espectaculares!!! 

Y con esto, nos hemos dirigido al apartamento a descansar, que el madrugón estaba ya haciendo sus efectos desde hacía ya un rato. 

Seguiremos informando. Ciao!

Benvenuti a Napoli

Decadencia, historia, caos, ruido, gente, piedra, olor a café, a sfogliatella, hornos, motos, Vesubio, cuesta arriba, cuesta abajo, pizza, camorra, palazzi, iglesias, Maradona, San Gennaro, il mare, castillos, colores, ricos, pobres, il babà…  Nápoles, donde lo nuevo se incorpora sobre lo viejo; donde la tradición hace resistencia y se entrelaza con lo contemporáneo. Y es que pocas ciudades europeas resultan tan sorprendentes y a veces incomprendidas. Resulta inclasificable y, por eso, una ciudad tan amada y odiada al mismo tiempo. 

 

Nápoles es, sin duda, una de las ciudades con el patrimonio más extenso e importante de toda Italia, igualando como mínimo el de Roma. Si Roma es un museo al aire libre, Nápoles es un teatro bajo el cielo. No en vano, su casco histórico, el más extenso de Europa, repleto de iglesias y palacios, es Patrimonio de la Humanidad. Visitaremos sus barrios más típicos (Spaccanapoli, Quartieri  Spagnoli, Chiaia, Vomero, Posillipo, Santa Lucía, Rione Sanitá), donde veremos la Catedral, Castel dell’Ovo, Castel Nuovo, el Museo Arqueológico Nacional, la Piazza del Plebiscito, el Cristo Velato, Nápoles subterránea (una auténtica ciudad en el subsuelo, nacida al extraer la toba volcánica que se usó para construir la ciudad; todo un recorrido con cisternas, túneles y pozos)... 

 

 

 

No hay que viajar necesariamente a las ciudades del norte de Europa para vivir la magia de la Navidad. Según un artículo publicado hace unos años por 'The Guardian', de todas las ciudades italianas, Nápoles es la que celebra la Navidad con más gusto: el centro histórico brilla con luces festivas, los músicos callejeros acuden en masa durante la temporada... y ésta es la casa del presepe, o belén navideño. Aunque cueste creerlo. Nápoles es una de las ciudades más navideñas que vas a poder encontrar!

 

Nápoles en sí misma necesita al menos tres días de visita. Si además le añadimos todas los lugares imprescindibles a su alrededor, deberemos extender las vacaciones como mínimo una semana entera. Y eso es precisamente lo que vamos a hacer. Napoles se ubica en Campania, una región de arte, historia y mitología. Es aquí donde se encuentran las ruinas de Pompeya, el antiguo pueblo congelado en el tiempo por la erupción del Vesubio, hoy inactivo.

La Costa Amalfitana es una franja costera situada en la región de Campania, al sur de Nápoles, y que es considerada por muchos como la costa más bonita del Mediterráneo. Y no es para menos, ya que la serpenteante carretera que recorre estos 56 km de costa nos regala increíbles paisajes de pueblos colgados en la montaña, acantilados y campos de limoneros y naranjos. Nuestra intención es hacer una excursión de un día desde Nápoles, para conocer algunos de los 16 pueblos que la conforman, cada uno con un encanto personal. Y es que la Costa de Amalfi no es sólo un destino para las vacaciones de verano, sino un lugar rico en historia y arqueología para visitar durante todo el año.

Dicen, que si permites que Nápoles te atrape jamás te soltará con su enorme riqueza histórica, artística, cultural y....... ¡gastronómica! TripAdvisor situó a Nápoles en el puesto #15 en el ranking de los 25 mejores destinos gastronómicos del mundo para 2022. Y es que un viaje por Nápoles nunca puede considerarse completo si no se ha probado toda la deliciosa comida que la ciudad ofrece. Nápoles presume de ser la inventora de la pizza, de la pizza napoletana (la margarita y la marinara). Pero en Nápoles también podremos disfrutar de muchísimas otras delicias: unas pastas deliciosas, mucho pescado y marisco fresco, una oferta de pastelería increíble (babà, sfogliatelle)... Todo suena como una bomba de calorías, y en realidad lo es. Recomiendan no ir a Nápoles si estás a dieta (que no es el caso). Pero somos conscientes de que vamos a engordar sí o sí, no vamos a tener escapatoria.

 

¿Preparados para descubrir Nápoles con nosotros? 

¡Feliz Año 2023!