Hoy hemos dedicado todo el día visitar un único barrio, el Barrio de la Salud, o Rione Sanitá. El antiguo Distrito Sanitario de la ciudad era conocido por el desempleo, la pobreza y la peligrosidad de sus calles, pero lo que muchos no saben es que tiene una belleza natural y una gran autenticidad que no podrás encontrar en otra parte de Nápoles. Además están en medio de un boom de renovación gracias a las iniciativas de la sociedad cooperativa La Paranza.
Nada más entrar desde el barrio lo primero que te encuentras es el pequeño y confuso mercado permanente, con puestos en las aceras, música alta y scooters zumbando por todas partes.
También tiene el Jardín Botánico de la ciudad, donde aislarte del ruido y del bullicio.
A media mañana, hemos parado para café y dulce. Unos super ricos fiocchi di neve, uno clásico de ricota y otro de pistacho. Son creación única de la pastelería Poppella. Y estaban tan buenos, que hemos vuelto a pecar a la tarde.
Las primeras que hemos visitado, son las Catacumbas de San Genaro. Son las mas antiguas, siglo II, y donde estuvo enterrado el santo patrón de Nápoles. Se pueden visitar dos niveles de galerías, donde además de tumbas, se ven algunos frescos.
Hemos parado para comer. Un plato de pasta con patata (típico de la zona) y una sencilla pizza repleta de tomatitos cherry.
Nos quedaban las segundas catacumbas, las de San Gaudioso. Estas tuvieron su máximo uso durante los siglos XVI-XVII, bajo la dirección dominica, que hacía negocio con los enterramientos de la nobleza, que querían su descanso eterno junto al santo. Un dato curioso es lo que hacían con los cuerpos para enterrarlos. Sentaban los cadáveres, los vaciaban de fluidos (mas o menos un año de espera), y luego enterraban solo los huesos, y dejaban a la vista la calavera. Vaya curro!!!
Las catacumbas están en la Iglesia de Santa Maria de la Sanitá, que construyeron los dominicos, con los pagos que los nobles hacían para sus enterramientos. Precioso el nacimiento Napolitano que alberga en su interior.
Mañana viene la Befana. Los niños dejan su calcetín, y la bruja se lo llena de chuches y regalos. Una locura todo el barrio!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario